¿Tienes las encías inflamadas y, además, te sangran o te causan dolor? Seguramente tengas gingivitis, una enfermedad periodontal que suele aparecer ante la falta de higiene dental.
Si crees que este es tu caso, te recomendamos asistir al dentista cuanto antes. Te aseguramos que una gingivitis mal tratada puede tener consecuencias muy negativas para tu salud.
Si te interesa saber más sobre la gingivitis, ¡sigue leyendo! Descubrirás un montón de cosas sobre esta enfermedad, entre ellas cuáles son sus causas y sus consecuencias, cuáles son sus síntomas más frecuentes y qué tratamientos puedes utilizar para deshacerte de ella rápidamente.
Contenido
¿Qué es la gingivitis?
La gingivitis es una enfermedad bucodental de carácter leve que afecta a las encías y que provoca generalmente su irritación, enrojecimiento y sangrado.
La falta de higiene, y por consecuencia la acumulación de placa bacteriana y sarro en los dientes o en el borde de las encías, causa el desarrollo de la gingivitis.
Podría decirse que, dentro del conjunto de enfermedades periodontales, la gingivitis, es la más leve. Aunque es cierto que, si no se trata a tiempo y como es debido, puede derivar en algo mucho más grave, como por ejemplo periodontitis (piorrea).
Causas de la gingivitis
La gingivitis suele tener su origen en una mala higiene dental. Cepillarse los dientes de forma incorrecta o menos de dos veces al día suelen ser algunas de las causas principales de su aparición.
Aun así, existen otros factores que pueden influir en el desarrollo de la gingivitis:
- El tabaco: el humo y las sustancias tóxicas del tabaco dificultan la lucha contra la gingivitis. Además, el tabaco puede provocar confusiones con respecto a los síntomas de la gingivitis, ya que, por ejemplo, las personas que fuman no pueden tener sangrado de encías. Por eso, para ellos es mucho más difícil detectar esta enfermedad.
- El embarazo: durante el embarazo se produce una alteración de las hormonas (progesterona) que provoca que las encías se debiliten y sangren más fácilmente, dando lugar en muchas ocasiones a la gingivitis.
- La maloclusión dental: cuando los dientes están apiñados, es mucho más difícil mantenerlos limpios. Esto provoca que la suciedad se quede acumulada entre ellos y que en ocasiones se produzca una inflamación de las encías.
- Las enfermedades crónicas: como por ejemplo la diabetes. De hecho, numerosos estudios demuestran que muchas personas con diabetes sufren gingivitis y viceversa.
- El uso de ciertos medicamentos: sobre todo los anticonvulsivos, los inmunosupresores o los que controlan la presión arterial y las alteraciones cardíacas.
¿Sabes lo importante que es tratar la gingivitis a tiempo?
Síntomas de la gingivitis
La gingivitis es fácil de identificar, ya que sus síntomas son bastante visibles. A continuación, te mostraremos algunos de los más comunes.
Irritación de encías
Cuando las encías están sanas, tienen un tono rosado. Sin embargo, cuando tienen un color rojo intenso, puede ser síntoma de gingivitis o incluso de periodontitis. Así que, si pensabas que esto era algo normal, te aseguramos que no. ?
Sangrado de encías
El sangrado de encías es uno de los principales síntomas de la gingivitis. Y si es algo que te ocurre de manera habitual cuando comes, te cepillas los dientes o usas hilo dental, más aún, ya que es la prueba de que tus encías no están sanas.
Por eso, te recomendamos que si tus encías empiezan a sangrar, acudas a tu dentista cuanto antes. Este puede ser el comienzo de la aparición de una enfermedad periodontal.
Sensibilidad de encías
Si sientes molestias en tus encías a la hora de comer o al cepillarte los dientes, puede que estés empezando a desarrollar gingivitis.
Esto provoca que tus encías se encuentren cada vez más débiles y que por eso sientas cierto dolor durante las comidas o el cepillado. Sin duda alguna, este es uno de los síntomas de la gingivitis más claros.
Mal aliento
El mal aliento también es uno de los síntomas más habituales de tener gingivitis. Tal y como comentábamos previamente, esta enfermedad suele estar provocada por falta de higiene. Por tanto, es normal que la placa bacteriana se quede acumulada entre los dientes y las encías, dando lugar a olores bastante desagradables.
¿Cómo se cura la gingivitis?
Como la gingivitis es una enfermedad periodontal leve, no será necesario recurrir a un tratamiento complicado para curarla. Es más, tan solo habrá que realizar una limpieza profunda de las encías y la boca.
De esta manera, el dentista podrá eliminar todas las bacterias que se han quedado acumuladas en forma de placa bacteriana y sarro.
Lógicamente, también habrá que mejorar la higiene oral. Por eso, en el siguiente apartado, te recomendamos una serie de consejos que nosotros consideramos fundamentales para tener una buena rutina de higiene bucal.
Ahora bien, como comentábamos antes, si la gingivitis no se trata a tiempo ni de la manera adecuada, puede convertirse en algo mucho más grave, como por ejemplo la periodontitis. En este caso, una limpieza profunda de la boca no sería suficiente, por lo que habría que utilizar otros tratamientos más complejos como el alisado o el raspado radicular y, en el peor de los casos, una cirugía.
Prevención de la gingivitis
Para prevenir la gingivitis, es importante seguir una buena rutina de higiene dental, la cual debe basarse en las siguientes recomendaciones:
- Lavarse los dientes mínimo dos veces al día, aunque nosotros recomendamos tres (una después de cada comida).
- Seguir una técnica de cepillado correcta, es decir sujetando el cepillo en un ángulo de 45º y limpiando por ambas caras de los dientes
- Elegir un cepillo de dientes adecuado. A ser posible, siempre de cerdas suaves.
- Saber qué pasta de dientes es conveniente usar, ya que en función del paciente puede ser una u otra.
- Usar hilo dental y cepillos interdentales para retirar los restos de comida que se quedan atrapados en las zonas más profundas de la boca.
- Limpiar la lengua una vez al día con un raspador lingual o, en el caso de que no tengas, un cepillo de dientes.
- Acudir a todas las revisiones con el dentista y realizarse como mínimo una limpieza dental al año.
Conclusión
Ahora que ya conoces los peligros de no tener una buena higiene bucal, deberías anotarte esta rutina diaria para prevenir la gingivitis. Ya has visto que, aunque es una enfermedad leve, los síntomas de la gingivitis no son nada agradables, ya que suelen ocasionar molestias y dolores. Pero, lo peor de todo es que si no se trata a tiempo, puede llegar a convertirse en piorrea. Así que, solo podemos decirte dos cosas:
- Si crees padecer algún síntoma de gingivitis porque tus encías están rojas, inflamadas o ensangrentadas, ¡acude a tu dentista rápidamente! Todavía estás a tiempo de ponerle remedio.
- Si tus encías están sanas, ¡sigue así y no descuides tu higiene oral! Haz caso de los consejos que te damos arriba e inclúyelos en tu rutina de higiene bucal diaria. ¡Así podrás presumir de una sonrisa sana y bonita!