Los dientes amarillos son una de las cuestiones estéticas por las que más acuden los pacientes a nuestras clínicas dentales. Esto se debe a que todas las personas experimentamos, en mayor o menor medida, un oscurecimiento en los dientes con el paso del tiempo. Y, con ello, sentimos que nuestro aspecto físico envejece y empeora.
Como ya te hemos adelantado, el oscurecimiento del esmalte es algo que sucede de manera natural y se debe tanto al propio paso de los años como a nuestros hábitos de vida.
La buena noticia es que el oscurecimiento de los dientes es reversible. De hecho, en nuestras clínicas dentales contamos con distintos tratamientos que permiten recuperar el color y el brillo de la sonrisa.
Pero, antes de entrar de lleno en estos tratamientos, te vamos a poner en antecedentes. A continuación, te contamos cuáles son las principales causas de los dientes amarillos.
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¿Cuáles son las causas principales de los dientes amarillos?
Lo más probable es que el tono amarillento que notas en tus dientes se deba a alguna de las siguientes razones:
1. Alimentación
Hay una gran cantidad de alimentos y bebidas que tienen mucha coloración. Algunos ejemplos de ellos son el café, el vino tinto, el té, los frutos rojos, la salsa de soja, el curry, la cúrcuma o el jengibre .
Si consumes este tipo de alimentos y bebidas de manera frecuente es posible que percibas que tus dientes están especialmente amarillos.
Además, los alimentos muy ácidos, como el limón, también pueden producir una alteración en el color de los dientes. Esto se debe a que la acidez desgaste el esmalte y, con el tiempo, puede llegar a apreciarse la dentina (parte más interna y amarilla de la pieza dental).
Ante esto, te recomendamos que disminuyas el consumo de los alimentos que amarillean los dientes. Y que, nada más ingerirlos, te cepilles los dientes. De esta manera, evitarás que sus poderosos pigmentos de color se adhieran a ellos.
2. Higiene bucodental
La falta de cepillado tras las comidas es otra de las principales causas de los dientes amarillos. Y es que, si los restos de alimentos no se retiran después de comer, comenzarán a proliferar las bacterias en la boca.
Si esta paca bacteriana que se acumula en la boca no se elimina, se solidificará y dará lugar al sarro. El sarro, a diferencia de la placa bacteriana, ya no puede ser eliminado con el cepillado diario. Por ello, habrá que recurrir a una limpieza bucodental profesional para deshacerse de él.
Así es que, si quieres tener la sonrisa más blanca, limpia y brillante, te recomendamos que te cepilles los dientes después de cada comida.
3. Tabaco
Como bien sabes, el tabaco es uno de los peores enemigos de la salud general y, por supuesto, también de la boca.
Además de ser un factor de riesgo para padecer graves enfermedades como el cáncer de boca, oscurece los dientes y produce un característico -y desagradable- aliento.
4. Medicamentos
Hay determinados medicamentos que pueden favorecer el desgaste del esmalte y la alteración en el color de los dientes.
Algunos ejemplos de ellos son la aspirina (por su acidez) y los antidepresivos.
Además, uno de los mejores ejemplos de oscurecimiento del esmalte debido a los medicamentos son las tetraciclinas. Estos antibióticos fueron muy utilizados en la década de los setenta y provocaron en numerosos pacientes un característico tono marrón o grisáceo.
5. Paso del tiempo
Otra de las principales causas de los dientes amarillos es el propio paso del tiempo. Como le ocurre a cualquier parte de nuestro cuerpo, la sonrisa también envejece.
Esto hace que, por mucho que nos cuidemos los dientes, siempre tendremos un color más oscuro del que teníamos cuando éramos niños.
6. Genética
Y, como en casi todo, la genética de cada uno también juega un papel fundamental. Las personas tenemos, de nacimiento, un componente genético que define nuestros dientes.
Por tanto, las características de los dientes y el color del esmalte dental son fruto de nuestra herencia genética.
Por ejemplo, cuanto más fina sea la capa de esmalte, más amarillos se verán los dientes. Esto se debe a un aspecto que te hemos contado anteriormente: el esmalte es lo que cubre la dentina -capa más interna y amarilla del diente-.
¿Conoces todos nuestros tratamientos de estética dental?
¿Cuáles son las soluciones a los dientes amarillos?
Como te hemos adelantado previamente, hoy en día existen numerosos tratamientos estéticos que ayudan a blanquear los dientes amarillos.
Cuando un paciente acude a nuestras clínicas dentales preocupado por el color de su sonrisa, nuestros odontólogos le explican las tres principales maneras de solucionarlo.
1. Limpieza dental profesional
La higiene bucodental profesional no es la principal solución para blanquear unos dientes amarillos.
Sin embargo, sí es el primer paso recomendado antes de realizar un tratamiento más completo o eficaz.
Esto se debe a que, mediante una limpieza, el higienista retirará el sarro acumulado y eliminará las manchas superficiales del esmalte, como las causadas por el café, el tabaco o el té.
Esto dará a los dientes un aspecto más limpio, liso y brillante. Y, además, la limpieza bucodental dejará la superficie del diente preparada para que penetre mejor el siguiente tratamiento recomendado: el blanqueamiento dental.
2. Blanqueamiento dental
Como acabamos de apuntar, antes de llevar a cabo un tratamiento de blanqueamiento es recomendable realizarse una higiene.
Una vez realizada dicha higiene, en sMySecret ponemos a disposición de nuestros pacientes distintos tipos de blanqueamiento.
El más efectivo es uno que consiste en realizar una sesión en clínica con una lámpara blanqueadora y, posteriormente, utilizar un kit de férulas en casa durante dos semanas. De esta manera, los resultados se potenciarán hasta cuatro veces más.
Y, por supuesto, después de haber realizado el blanqueamiento es fundamental continuar con unos buenos hábitos de higiene. De esta manera, sus resultados se mantendrán durante mucho más tiempo.
3. Carillas dentales
Las carillas dentales son otro de los tratamientos que recomendamos a los pacientes para blanquear los dientes amarillos.
Las carillas son unas finas láminas de composite que se adhieren al diente y tienen como objetivo mejorar su aspecto.
Es decir, permiten corregir pequeños defectos en los dientes, como los relacionados con el color, el tamaño, la forma o la posición.
Las carillas están, por tanto, indicadas para los pacientes que, además de corregir el color, buscan una solución para otros aspectos. Por ejemplo: para un diente demasiado pequeño o con una forma poco estética.
Esto se debe a que, antes de colocar unas carillas, es aconsejable haber realizado un blanqueamiento previo. Las carillas, para que sean estéticas y no se noten, son muy finas. Por ello, si se coloca una carilla sobre un diente muy amarillo, se transparentaría su color.
Por tanto, para los pacientes que solo deseen cambiar el color de sus dientes, es suficiente con realizar un blanqueamiento.
Remedios caseros para blanquear los dientes amarillos
Si haces una búsqueda en Internet para encontrar soluciones caseras que te ayuden a blanquear tus dientes, encontrarás numerosas fórmulas e ideas.
Las más populares son siempre las relacionadas con el bicarbonato y el agua oxigenada. Sin embargo, a pesar de que en muchas páginas de Internet se presenten como remedios “milagrosos”, lo cierto es que no tienen ningún poder para blanquear los dientes. Es decir, aunque te los apliques, no verás ningún efecto en el color.
Sin embargo, el bicarbonato y el agua oxigenada son muy abrasivos para las encías, por lo que pueden irritarlas y dañarlas.
Por ello, te recomendamos que, si quieres tener unos dientes más blancos, acudas a una de las clínicas sMySecret para consultar tu caso con uno de nuestros odontólogos. Como expertos en Estética Dental, podrán ofrecerte la solución más adecuada para tu caso.
Conclusiones
Tal y como has leído, existen diferentes alternativas para aclarar el color de los dientes. Por ello, lo más adecuado siempre es ser valorado por un especialista para que determine, en función de tus necesidades, preferencias y presupuesto, el tratamiento más adecuado para ti.
Lo que siempre hay que tener en cuenta es que cualquier tratamiento debe ir acompañado de unos buenos hábitos de vida que ayuden a mantener sus resultados durante más tiempo.
Entre los mejores hábitos para tener unos dientes blancos destacan cepillarse después de cada comida, no fumar y disminuir el consumo de café, vino tinto y determinadas especias (curry, cúrcuma…).
Y, por supuesto, acudir a la clínica dental una vez al año para que el higienista lleve a cabo una limpieza bucodental profesional.
Todo ello no solo evitará que tus dientes se vuelvan más amarillos, sino que también te ayudará a tener una boca mucho más sana.